#ElPerúQueQueremos

.

7 de setiembre, Día de la Ciudadanía de la Mujer Peruana

Los 60 años desde la conquista del voto encuentran a las peruanas aún en pie de lucha por sus derechos civiles.

Publicado: 2015-09-07


(Por: Aída García Naranjo)   El ingreso de la mujer a la política peruana no fue fácil. Como la mayoría de derechos civiles, las mujeres tuvimos que luchar por conquistar ese derecho.

Desde que se reconoció la ciudadanía a las mujeres en 1955, hasta hoy, los derechos políticos de las mujeres han cobrado mayor reconocimiento. Pero al mismo tiempo persiste una débil participación de la mujer peruana en la política y un acceso limitado a cargos de representación.

Los 60 años que cumplimos hoy desde esta conquista nos sorprenden luchando aún por nuestros derechos civiles.

En 1956 se ejerció el voto en las elecciones. Fue restringido, porque fue la primera vez que las mujeres peruanas letradas mayores de edad votaban, para las analfabetas este derecho llegó recién en el año 80.

Y en el 2015, año en que se debate la Reforma Electoral, debemos poner en agenda nuevas conquistas vinculadas a los derechos políticos, ya que las estadísticas en relación a las cuotas son regresivas

elaboracioón:  aída garcía naranjo

Lucha importante, particularmente ahora que se busca eliminar el Voto Preferencial y que se requiere la Ley de Alternancia de Género. Países vecinos no solo han conquistado la alternancia (hombre-mujer) EN LA CONSTITUCION DE LAS LISTAS, sino además la Paridad (50% 50%) necesaria en un país en que la mitad de igual a igual de la población, somos mujeres, siendo la mayoría de las votantes mujeres.

Todo este año debemos deberemos velar por nuestros derechos ciudadanos.

Porque, dadas las leyes, hay incumplimiento del porcentaje de participación femenina por los partidos políticos. Pervive el machismo. Hace falta pasar de la igualdad de derechos a la igualdad de hecho.

Este es hoy el desafío de las mujeres peruanas y de la nación.

Lucha de mujeres para mujeres

El camino a la vida política de las mujeres fue despejado por mujeres. Fue su lucha la que nos abrió paso en el ejercicio de nuestra ciudadanía.

El Perú fue uno de los últimos países en Latinoamérica en reconocer el derecho al voto femenino. Antes este derecho se había obtenido en Argentina y Venezuela, 1947; Chile, 1949; Costa Rica, Barbados y Haití en 1950; Bolivia en 1952, México en 1953 y Perú, Honduras y Nicaragua en 1955.

Siglos antes, compatriotas y ciudadanas de otros países habían allanado el camino a las siguientes generaciones para que adquirieran, con menos dolor, un justo derecho.

Las precursoras

María Jesús Alvarado empezó hace 101 años a abrir trocha a todas las mujeres del Perú. Pionera, activa luchadora social, escritora y periodista, se atrevió a cuestionar la sujeción al poder masculino y todo lo que ello representaba en la sociedad limeña y peruana hace 100 años, planteando en 1911 el primer manifiesto feminista.

maría jesús alvarado, 1911.

Este manifiesto fue presentado, en una conferencia denominada “El Feminismo” en la Sociedad Geográfica de Lima. Por primera vez una mujer expuso públicamente ideas innovadoras en relación a la autonomía de la mujer y a la igualdad de sus derechos civiles y políticos:

“…La liberación intelectual, moral y económica de la mujer, traerá como consecuencia lógica y precisa, el reconocimiento de sus derechos civiles y políticos, su dignificación y emancipación completa, como lo exige la justicia que inspira las leyes modernas”.

El trabajo pionero de esta mujer marcó en forma clara un camino con un horizonte señalado: la conquista del voto femenino. Pero aún pasarían algunos años, y mucho trabajo sería necesario, para que las peruanas pudieran ejercer este derecho.

Con el surgimiento de los grandes movimientos político-sociales y de las ideas de los años veinte surgió un notable grupo de mujeres que combinan la actividad intelectual, la práctica política, la lucha social y la reivindicación femenina. Destacó en el APRA Magda Portal, a quien su feminismo naciente colocó tiempo después fuera del partido de Haya de la Torre.

Portal señaló que el voto calificado “es una notable desigualdad con el varón ya que a éste, sea de la condición social que sea, se le permite el derecho al voto universal y a la mujer se la limita y se la califica de acuerdo a su posición social y económica...” (Hacia una nueva mujer, 1931).

En el naciente Partido Socialista y el movimiento de ideas liderado por José Carlos Mariátegui sobresalieron Adela Montesinos, Alicia Bustamante, Carmen Pizarro, Celia Bustamante, Raquel y Estela Bocángel.

En el Perú, al igual que en el movimiento sufragista internacional, hubo mujeres que pidieron el voto solo para los sectores cultos. Por eso fueron importantes las acciones de las feministas socialistas Adela Montesinos y María Jesús Alvarado, quienes plantearon el voto universal para todas. Ellas formaron el grupo “Evolución Femenina”, primer grupo feminista que se definió en pro de la cultura y derechos de la mujer.

El feminismo peruano de los años veinte, por el carácter de la sociedad y la percepción religioso-moralista que se tenía de la mujer, estuvo compuesto por personajes ilustrados, integrantes de las capas medias y altas, estratos que tuvieron acceso a la educación. Zoila Aurora Cáceres y Elvira García y García abogaron por la educación general y el derecho al voto.

Llevar la propuesta al Congreso

La doctora Roisida Aguilar, investigadora de la ONPE, cuenta en su libro “Historia del voto femenino en el Perú” que Zoila Aurora Cáceres, fundadora de la agrupación Feminismo Peruano en 1924, trabajó incansablemente por el derecho al sufragio. Reunida en el Hotel Bolívar y en la Sociedad Geográfica del Perú con mujeres de la alta sociedad y de la clase media elaboró una propuesta para que el artículo de la Constitución que no consideraba el derecho de la mujer al voto se modificara.

“Zoila Aurora Cáceres, la hija del Mariscal”, como gustaba presentarse, independiente siempre, decidió preservar su autonomía y no se vinculó a ningún partido político. Su objetivo era que el Congreso Constituyente de 1931-1932 debatiera su propuesta. Lo logró. El lobby hecho por su asociación resultó tenaz: la Constitución de 1933 incluyó el sufragio femenino para la elección de los gobiernos municipales. Por desgracia, las mujeres no ejercieron ese derecho porque el nombramiento de los alcaldes, mediante las elecciones, se suspendió hasta 1963”.

El Congreso Constituyente inició sus funciones el 8 de diciembre de 1931, fecha en que asume la presidencia Sánchez Cerro. Desde las primeras sesiones uno de los temas que merece la atención de los representantes fue el referido a la ciudadanía y sufragio femenino. Por primera vez se escuchó en el hemiciclo el pedido de sufragio para la mujer peruana. También se escucharon voces de radical oposición. Se elaboraron dos dictámenes, de mayoría y de minoría, y ambas comisiones se pronunciaron sobre el voto de la mujer. Sólo la minoría lo hizo en forma irrestricta.

Entre quienes expusieron las razones para dejar constancia de su voto estuvo el representante Uceda Meza.

”Estoy por el sufragio femenino, porque si el varón con la mujer conviven en el orden privado, lógicamente deben convivir en el orden público, y esta convivencia hará más solidaria su vida y su destino....Las jerarquías odiosas, enaltecedoras para el varón y depresivas para la mujer quebrantan es solidaridad”. El prematuro fallecimiento del representante Uceda Meza (el 26 de febrero de 1932) privó al Congreso de una justa jornada de reivindicación de la mujer en sus momentos finales.

Se aprobó la negación del sufragio femenino nacional, aceptándolo solo a manera de experimento en las elecciones municipales pero éstas no se llevaron a cabo desde 1933 hasta 1963.

Para el historiador Jorge Basadre “fue un imperdonable error haber negado en 1931 el voto a la mujer”. La participación femenina en el proceso electoral de ese año llegó a ser muy intensa en la labor propagandística de los partidos, “fenómeno que no había ocurrido anteriormente”.

Oportunismo y clientelaje político

En las décadas de 1940 y 1950 los diputados provincianos, sobre todo los del sur, apoyaron el derecho de las mujeres a la ciudadanía y el sufragio.

En 1940, el 58% de la población era analfabeta: y de esta el 62% eran mujeres. Los sectores conservadores que ya habían rechazado el voto a los analfabetos y jóvenes se pronunciaron contradictoriamente a favor del voto femenino IRRESTRICTO. Sostenían que no existía razón para diferenciar la capacidad política del hombre y la mujer, y que en ninguna democracia moderna que se preciara de tal se negaba esta derecho. La única limitación que planteaba era la misma que se exigía para los varones: saber leer y escribir.

Esta propuesta de los parlamentarios conservadores era sin lugar a dudas un acto de oportunismo político notorio.

Reforma constitucional

Finalmente, durante el gobierno de Manuel A. Odría el Congreso aprobó el texto de la reforma constitucional el 5 de septiembre de 1955, el mismo que fue promulgado el 7 del mismo mes.

Manuel Odría, quien había llegado al poder vía un golpe de Estado (1948), quien gobernó con un estilo represivo y practicó el clientelismo político. Buscando ser reelegido “democráticamente” en 1950 buscó preparar sus bases sociales de apoyo vía asistencialismo. Estimuló la migración masiva hacia la ciudad, apoyó a los trabajadores independientes como los choferes, y a los obreros de la construcción civil, así como a los sectores marginados de producción. Una vez elegido y para ganarse el apoyo mayoritario de las mujeres en una posible reelección de 1956, decidió otorgarles el voto en 1955.

Ciudadanas de pleno derecho

La Ley Nº 12391 señaló en su Artículo 84 que: “Son ciudadanos los peruanos varones y mujeres mayores de edad, los casados mayores de 18 años y los emancipados”. Esta ley representó para la mujer la conquista de sus derechos. Con esta norma las peruanas adquirimos el derecho de elegir y ser elegidas.

Por eso el 7 de septiembre es el “Día de la Ciudadanía” para la mujer, ese día se adquirió el pleno derecho político al sufragio y la categoría de ciudadanas.

La ciudadana peruana cumplió por primera vez su obligación de votar en las elecciones del año 1956. Al quedar sancionado también el derecho de elegir mujeres representantes, fueron electas para la Cámara de Senadores la cajamarquina Irene Silva de Santolalla y en Diputados a Lola Blanco de la Rosa Sánchez, Diputada por Ancash; Alicia Blanco Montesinos, Diputada por Junín; María Eleonora Silva Silva, Diputada por Junín; María M. Colina de Gotuzzo, Diputada por La Libertad; Manuela C. Billinghurst, Diputada por Lima; Matilde Pérez Palacio Carranza, Diputada por Lima y Juana M. Ubilluz de Palacios, Diputada por Loreto. Empezaba un nuevo camino para las mujeres peruanas.


Escrito por

Mabel Barreto

Esta es mi trinchera en la batalla de las mujeres por su derecho a la igualdad, contra la violencia y la impunidad.


Publicado en

La otra mitad

Blog sobre luchas y derechos de las mujeres peruanas. Para nosotras, “la mitad de la tierra, la mitad del cielo y la mitad del poder".