Eligieron la carrera militar y llevaban el uniforme con el mismo orgullo que sus colegas varones. Pero para ellas los cuarteles ya no son un lugar seguro, sino son más bien zona de peligro, pues es ahí donde las agredieron sexualmente, las acosaron o las violaron. Agresiones vividas por mujeres soldados en el Perú, la mayoría cometidas por sus superiores.  

Las denuncias señalan que estas agresiones sexuales se han dado casi desde que una ley estableció el ingreso de mujeres a las Fuerzas Armadas, en 1998, hasta el día de hoy.

Denuncias 2015

El 5 de febrero pasado La República informó sobre la denuncia de la aspirante a grumeta Estrella Yahayra Dávalos Yalan (19). Ella quería ser suboficial de la Marina. Se había presentado como voluntaria en la Base Naval del Callao para tener mejores opciones de ingreso al centro técnico de formación de la Marina, pero terminó siendo víctima de una violación:

"Ponga mi nombre completo, señor, no tengo de qué avergonzarme. Yo soy víctima y reclamo justicia", le dijo al periodista.

El abogado Walter Adan Chinchay Carbajal, directivo de la Asociación de Defensa Legal de los Derechos Humanos del Personal Militar, Policial y Civil de las FFAA y PNP, denunció el caso en su cuenta de Facebook. Allí presenta el testimonio de la joven: 

El 27 de diciembre Estrella estaba de guardia. A las 00:30 horas el Instructor de la Escuela de Grumetes Jorge Terrones Huallai le tapó la boca, se la llevó al baño, le metió la cabeza en un balde de agua, y estando casi inconsciente le quitó la ropa y la violó.

La aspirante a grumete denunció el hecho en la Comisaría Ciudadela Chalaca, del Callao, que ha iniciado las investigaciones.

Acoso sexual en el cuartel 

No había terminado el mes cuando otra joven denunció, desde Piura, haber sido objeto de tocamiento indebido, intento de violación y acoso sexual en el cuartel general de la 1era. Brigada de Caballería, en Sullana.

La cabo SANAF (Servicio Activo No Acuartelado Femenino) Yomira Zamora Peña se atrevió a contar a una reportera del programa Panorama lo que vivió el 27 de enero pasado, cuando el mayor EP Cristian Angulo Marconi le indicó que llevase una laptop a su habitación:

Hoy, Angulo Marconi está denunciado ante la Primera Fiscalía Penal de Sullana por delito de tocamiento indebido, intento de violación y acoso sexual.  

Pero la cabo Zomora Peña también afronta una investigación. La oficina de Inspectoría de la 1era. Brigada de Caballería del EP decidió investigar la denuncia a raíz de su difusión en canal 5. La madre de la joven señala que Inspectoría ha archivado el caso aduciendo falta de pruebas y más bien ha iniciado proceso contra la denunciante por hacer público el caso vestida con uniforme del Ejército. La cabo teme una expulsión.

Sin sanción

Siete años atrás una madre denunciaba que su hija, cadete de la FAP, fue violada por un alférez en la Escuela de Oficiales de la FAP.

El caso fue notorio, probablemente porque por primera vez una integrante de las Fuerzas Armadas hacía pública una denuncia de violación sexual perpetrada en una base militar. Incluso las congresistas integrantes de la Mesa de Mujeres Parlamentarias demandaron investigar y sancionar el caso.

Pero hasta el día de hoy no hay sanción judicial para el autor de la violación de la cadete DB, el alférez FAP Jesús Ferreyra.   

Como medida administrativa, el alférez fue separado de su institución. Pero la cadete no pudo llegar a ser oficial de la FAP, pues la institución le dijo que no tiene la capacidad física para completar este objetivo.

La abogada de la cadete, Ivonne Macassi, del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, resume el derrotero que tuvo el proceso penal: “Durante cuatro años el acusado tuvo orden de captura porque no se presentó a la lectura de sentencia. Y el año pasado, cuando finalmente se presentó para oír su sentencia, ésta determinó que fuese absuelto”. Macassi presentó apelación en nombre de la ex cadete. El Poder Judicial aún no resuelve ésta.

Romper la impunidad

¿Qué hacer, cómo lograr justicia para estos casos?

A la abogada le preocupa qué puede ocurrir con otros casos que se denuncien, como los de la aspirante a grumete Estrella Dávalos y la cabo SANAF EP Yomira Zamora: “Las mujeres que están en las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales que son víctimas de violencia sexual y se atreven a denunciarlo ya demuestran valentía al dar este paso. Sin embargo, no hay una respuesta adecuada de parte de la justicia y eso desalienta las denuncias y permite la impunidad para los agresores”.

María Isabel Rosas Ballinas, ex viceministra de la Mujer y abogada especializada en temas de defensa de los derechos de la mujer, opina que la grave impunidad en estos casos evidencia tolerancia social y en particular la tolerancia de la administración de justicia frente a la violencia contra las mujeres. “Es fundamental que el Estado peruano cumpla con los compromisos de investigar, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, adquiridos ante la comunidad internacional”, señala.

A Ivonne Macassi le preocupa qué puede ocurrir con los nuevos casos que se denuncien, como los de la aspirante a grumete Estrella Dávalos y la cabo SANAF EP Yomira Zamora: “Las mujeres que están en las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales que son víctimas de violencia sexual y se atreven a denunciarlo ya demuestran valentía al dar este paso. Sin embargo, no hay una respuesta adecuada de parte de la justicia y eso desalienta las denuncias y permite la impunidad para los agresores”.

A 17 años del ingreso de las mujeres a las Fuerzas Armadas, es imperativo hacer algo para que el peso de la justicia caiga sobre los malos oficiales o suboficiales que cometen agresiones sexuales contra las mujeres soldados, actos que desprestigian las instituciones militares. (Mabel Barreto)

                                                                                                    1° de marzo 2015